Seguidores

miércoles, 7 de mayo de 2014

~No será solo un juego~ / Capítulo 35 /

   Parecía bastante nervioso, sus piernas no dejaban de moverse. Se encontraba sentado en el sofá, justo delante de mi. Prefirió pensar muy bien que iba a contarme y como iba a hacerlo, pero sus nervios parecían no querer calmarse.
   - Sé que va a ser duro que entiendas todo esto que te voy a decir.
   - Puedo ahorrarte algunas partes de la historia. - Mis palabras eran algo temblorosas, pero muy seguras. - Ethan no es lo que aparenta ser. Es un vampiro...
    Su cara mostró una impresión, que al poco rato se esfumo. Tuve que contarle todo lo que había pasado, para que supiera como había llegado hasta allí. Cada vez parecía más nervioso y destrozado. Sus uñas estaban tan comidas, que hasta incluso sangraba en ocasiones. Su preocupación aumentaba conforme yo iba hablando.
     - Lo único que tenía que hacer cuando ellos ya no estuvieran era protegerte, y ni para eso sirvo. Creí que te mantendría a salvo, pero solo te e acercado al enemigo.
     - Pero tu no sabías que Ethan era ...
     - Todo buen mago, sabe cuando está cerca de un enemigo, pero tu madre siempre fue la mejor de la familia, la más indicada. Yo solo soy un simple aspirante por llamarlo de algún modo ... - su mirada calló en picado al suelo al igual que su postura. Mis ojos no dejaban de mirarlo, y de alguna manera me sentía tan mal o peor que él.
      - Al menos tu eres algo tío ... - susurré aquello, casi sin ser consciente de que decía realmente. - Quiero decir ...
       - Se bien que has querido decir - sus ojos volvieron a mirar los míos, parecían apagados, como si no tuvieran apenas vida. - Crees que no eres como nosotros, que eres una persona normal y corriente, y ese es tu fallo Alison. - Mis ojos se entrecerraron un poco, como si así pudieran leer la mente de mi tío, como si así pudiera saber que estaba intentando decirme. - Eres ... como decirlo - sus palabras se encerraban en él de algún modo, no sabía como expresar aquello que yo quería oír con gran ansia. - Voy a decírtelo de una manera un tanto extraña. Para nosotros, los magos, serías como un ángel protector. - Sus ojos se iluminaron a decir tal cosa, pero volvieron a nublarse cuando dijo lo siguiente. - Pero si te tienen en su bando ...
       - Dime, ¿ qué ocurriría ? - Su mirada había caído de nuevo - Peter por favor, necesito saberlo.
       - Serías como un demonio, una fuerza sobrehumana con mucho poder. - Sus palabras eran serías y frías - Podrías acabar con todos nosotros. Todos.
       - Yo no haría tal cosa - Dije aquello demasiado veloz y con demasiada confianza sin llegar a pensar en nada.
       - Lo harías. - Negué una y mil veces, pero el estaba tan convencido que tenía miedo de mi misma. - Lo harías por amor Ali ...
       Y justo al escuchar aquello, mi mente divagó por otro mundo algo apartado de este. La frase se repetía una y mil veces en mi mente, quería dejar de escucharla, pero una imagen empezaba a crearse dentro de esta. Sus dedos acariciaban los mechones de su pelo, al ser apartados de la cara. Una sonrisa fina y perfecta se dibujaba en un rostro pálido y sensual, una mirada que parecía pedir a gritos que me perdiera en ella. En apenas un chasquido de dedos, se encontraba tan cerca de mi, que notaba perfectamente como su aliento chocaba con el mío, como su cuerpo frío y atrayente se acercaba lentamente al mio ... Una pelea de miradas que se acabó tras un quejido por parte de mi tío.
        -  ¿ Estás en este mundo o en otro distinto ?
        - Lo siento - mis mejillas enrojecieron a más no poder y notaba como ardían.
        - No dejes que manipule tu mente de esa manera, debes mantenerte alejada de lo que quiera que hayas visto o imaginado. - Su semblante era tan serio que preocupaba.
         -No puedo evitarlo ...
         - Sí, si que puedes hacerlo, eres más fuerte que ellos, mucho más. Has de pensar en otra cosa, en otra persona, alguien como ... ¿ cómo se llamaba aquel chico ? A sí, Matt.
         - ¿ Cómo ? - mis ojos se empezaron a inundar, no quería llorar, no quería mostrarme débil. - Si no lo soportabas ... quisiste sustituirlo por Ethan.
         - Pero me equivoqué.
         - Pues el reconocerlo ahora no arreglaría nada .... - me sentí defraudada, quizá engañada. Me enfadé con mi tío y ni siquiera yo misma supe muy bien el por qué, pero salí del salón y me dirigí a mi habitación.
          Un sobre, esta vez sobre mi almohada, mis ojos llorosos se dirigieron a el nada mas abrir la puerta. Me apresuré a cogerlo, pero no había nada escrito. Nada. No fue eso lo que más me asustó, si no el ver teñido de sangre el papel que había en su interior. Algo me hizo pensar en él, en aquella sonrisa arrebatadora, en aquellos cálidos brazos que me abrazaban cuando más lo necesitaba, en Matt, mi Matt. El corazón me latía desbocado, a veces incluso dolía. Dolía demasiado.

                                                            **
   
          Ahí estaba ese maldito cuervo, observándome. Atento a cada uno de mis movimientos. Mi respiración estaba tranquila, a pesar del ave. Un sol brillante adornaba el cielo despejado. Me encontraba tumbada sobre algo blando, se respiraba paz en aquel lugar, excepto por aquel bicho negro. Una mano acariciaba la mía con delicadeza, con tanta que incluso parecía una brisa de aire. Al dejar caer la cabeza hacia el lado de la caricia, encontré un rostro demacrado. Una sonrisa apenas visible que se dibujaba en una figura que mas bien parecía un esqueleto. Me asusté un poco, casi retrocedí unos centímetros, pero no lo hice al darme cuenta de quien era esa sonrisa. Me abalancé hacia aquella especie de cuerpo, que más bien parecía un saco de huesos. Lo abracé con fuerza, con mucho miedo, bastante miedo al pensar que podría partir alguno de aquellos huesos. Unos brazos esta vez delgados y poco cálidos me envolvían y atrapaban con demasiada poca fuerza.
          No sabía que le estaba ocurriendo, pero era demasiado duro verle así.

No hay comentarios:

Publicar un comentario