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viernes, 7 de marzo de 2014

~No será solo un juego~ /Capítulo 32/

  - ¿ Sabes algo de él verdad ? - miré sus ojos, esta vez no quería apreciar su color, más bien quería buscar en ellos una verdad. Podía doler, o podía ser totalmente devastadora para mi corazón, pero tenía que arriesgar. Su cabeza calló con la mirada al suelo, rehuía mi mirada, cosa que pocas veces hacía y eso me hizo sentir mayor preocupación. - Ethan dime algo ...
  - ¿ Por qué no lo has olvidado aun ? - sus ojos miraron los míos con dureza y algo de odio. Mi cara debió de ser un poema, porque en seguida quiso explicarse. - Él no está, te hizo daño. Todo el mundo lo a olvidado y tú aun sigues tras su pista.
  - Porque precisamente yo no soy todo el mundo, él es mi mundo. - Sabía que esas palabras se clavarían como puñales, destino, su corazón, si es que aun había un atisbo de el. - Te guste o te disguste siento algo muy especial por él, y eso nadie va a sacarlo de mi mente ... - Por unos lados pretendía hacerle daño, pero por otros lados solo quería que reaccionase, que soltara lo que sabía o al menos que dijese algo, que me ayudara a seguir la pista de Matt, ya que sus cartas habían dejado de llegar.
   - Y si es tu mundo ... - se acercó tanto que lo siguiente lo susurró muy bajito cerca de mi oído, algo que me hizo estremecer y poner los pelos de punta. - ¿ Por qué no cuida de ti ? ¿ Por qué no esta cerca ?
   Le empujé con mis manos en su pecho, todo lo fuerte que pude y mire sus ojos furiosa. Sus ojos se clavaron en los míos, fríos, inexpresivos. Una media sonrisa se dibujó en sus labios. Estaba realmente atractivo así, y si no fuera porque en este momento le odiaba, besaría sus labios como una desesperada. Su media sonrisa aumentó de tamaño, pareció saber perfectamente que me sucedía aquello, puesto que se acercó más y humedeció sus labios. Sin saber como, yo mordía mi labio inferior como una tonta, dejando ver así mi debilidad por él.
   Algo me hizo entrar de nuevo en razón, negué un par de veces con la cabeza y le miré con odio, con un odio que pareció borrar aquella arrebatadora sonrisa, y hacer que su semblante fuese serio de nuevo. Estaba allí como si nada, delante de mi, observándome, sin decir nada ...
   - Quizá no esté aquí porque alguien como tú no se lo permita. - Aquello hizo que enseñara sus colmillos, como si fuera una fiera a punto de atrapar a su presa, para enseñar quien llevaba el juego. Quien era el dominante en aquel duelo. - No te atrevas a acercarte a mi de nuevo.
   - Alison escúchame. - Sus manos agarraron mis brazos con algo de fuerza y zarandearon un poco mi cuerpo. - Él no esta aquí por ser quien es, y por ti.
    - ¿ Cómo ? - mis pensamientos empezaron a crear una inmensa bola dentro de mi cabeza, una bola que se hacía mas y mas grande. Miraba sus ojos sin entender nada de lo que estaba diciendo.
     - Lo que oyes Alison. Más bien es por ti. A ellos no les importa mucho él, les importa el echo de que haya dado contigo de nuevo. Eres algo especial, algo que depende del uso que le des, puede ser hermoso o algo devastador ...
     - Hablas de mi como si fuese un objeto que cualquiera pudiera utilizar sin más ...
     - Para nada eres un objeto. Pero dependiendo de en que manos caigas, puedes ser una especie de ángel o un ser peor que el mismísimo diablo. Y ellos quieren lo segundo más bien. Que seas de nuestro bando para poder ser los triunfadores.
     - ¿ Y ser alguien tan despreciable como tú ? - tenía los ojos vidriosos por las lágrimas reprimidas. No pareció gustarle aquello que dije, porque sus manos hicieron un agarre más doloroso.
     - ¿ Por qué te doy tanto asco ? ¿ Por qué no puedes amarme a mi ?
     - Ah ¿ pero tienes corazón ? - sus dedos se hundían con fuerza en mis brazos, pero no quise darle el gusto de verme sufrir.
     - No me hagas esto Alison, sé de sobra como eres. No te quieras hacer la dura ahora.
     - Solo soy como me conociste con la gente a la que tengo cariño y aprecio, y sinceramente ahora mismo no se que siento por ti. - Bajé la mirada decepcionada y algo debió tocar su frío corazón, porque su agarre se hizo casi inexistente.
     - Así que no sabes que sientes ... - sus ojos se clavaron en mi, lo notaba - Déjame entonces que te lo demuestre Ali.
     - Alison para ti - le miré también - ya no soy una amiga para ti.
     - Eso no lo digas ni en broma ... - siempre habría pensado que los vampiros no mostraban sentimientos, al menos eso decían los miles de libros escritos sobre ellos. Pero el dejó ver en sus ojos un ápice de tristeza. - Alison no seas así conmigo, por favor.
     - Ibas a darme respuestas. Quiero saber donde está.
     Vaciló por un momento. Esos minutos se me hicieron realmente eternos. Sus ojos parecían estar perdidos al igual que sus pensamientos. Ni siquiera parecía mirarme en ese momento. Empezaba a pensar que no iba a decirme nada, que iba a estar sumido en sus pensamientos sin más, pero al fin sus labios parecieron entreabrirse y empezar a gesticular.
     - Esta en otra dimensión. - Me miró seriamente, su mandíbula parecía apretada y sus ojos estaban clavados en los míos.
     - Explícate porque sabes de sobra que no soy capaz de entender todo lo que me dices.
   

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