~No será solo un juego~ /Capítulo 9/

Hola lectores :) Supongo que alguien lee esto,así que muchas gracias lo primero; lo segundo, es que espero que el verano y las vacaciones vayan muy bien; lo tercero, es que muchas gracias por gastar un poco de vuestro tiempo en leer esto :) Y nada aquí os dejo otro trozo,espero que lo disfrutéis y tengáis ganas de más. Un beso.

~No será solo un juego~

 Abrí los ojos despacio y Matt aun estaba dormido. Me di la vuelta y me quedé mirándole sin hacer ruido, con una leve sonrisa. Estaba tan mono dormido que no quería que despertase. Tras estar un rato así, él despertó y se sonrojó al ver que le miraba sonriendo. Se tapó la cara con un cojín para esquivar mi mirada. Sonreí ante el gesto y le quité el cojín de la cara, dándole después un beso en la mejilla. Él me abrazó y nos quedamos abrazados durante un largo rato. Tras estar de caricias y mimos gran parte de la mañana, Matt se empeñó en preparar el desayuno, y la verdad es que le quedó bastante bien. Fuimos al hospital a visitar a mi tío para ver que tal estaba.
 Por lo visto solo había sido un pequeño susto, nada grabe. Había cosas que aun no entendía, pero no quería ser una cría, y darle importancia a todas ellas. Mi tío por su parte, le hizo un pequeño interrogatorio a Matt, para asegurarse de que no había pasado nada en casa durante su ausencia. Aun seguía enfadado por la idea de que él hubiera pasado la noche en casa conmigo.
 Había pasado una semana desde el accidente de mi tío, bueno el pequeño percance según me querían hacer creer. A mi no me había convencido mucho eso de que solo había sido una tontería sin importancia. Seguía hablando con Matt por mensajes ya que apenas le veía últimamente, y la verdad es que no entiendo muy bien el por qué. pasaba mucho tiempo en casa y me agobiaba la idea de tener que estar allí tanto tiempo. a veces salía sola por el parque y tal, para estar distraída y pensando en mis cosas. Solía ir al cementerio para ver a mis padres, ya que habían sido enterrados allí, al ser aquel su pueblo natal. Siempre que los visitaba empezaba a llorar desconsoladamente durante un rato y luego cogía fuerzas para seguir adelante.
 Mi tío presentía que el estar allí no me hacía mucho bien, pero que no había otro modo de que yo estuviese del todo bien. Matt tenía que pasarse a escondidas para poder visitarme, y solo un par de veces a la semana se presentaba por la puerta principal ya que Margaret le invitaba. Mi relación con ella se había hecho más estrecha, pero tampoco mucho.
 No sé muy bien aun, el por qué de sentirme tan vigilada, nunca entendía el motivo exacto, pero prefería pasar un poco de todo. ¿Me habría vuelto loca? No, no estaba realmente loca ... ¿Sería una pequeña paranoia el pensar que podrían ser mis padres los que me observaban desde otro mundo opuesto? Vaya ... quizá sí que estaba perdiendo la cabeza sin darme cuenta.
 Había pasado varias semanas sin ver a Matt y ya me empezaba a preocupar realmente. No había dejado ni un mensaje, ni una carta, ni una estúpida nota ... nada. Era raro que él hiciera tal cosa, y supongo que si se hubiera ido de vacaciones me habría avisado. Le echaba de menos, mucho, pero no podía hacer otra cosa que esperar una respuesta ya que le había llamado miles de veces. Cada vez le echaba más de menos, pero él parecía haberse olvidado de mi. No había rastro de él por ningún lado. Nadie sabía nada de él y empezaba a ser realmente más una pesadilla que una preocupación.
 Habían pasado unos meses. Tanto tiempo, que Matt pasó a no ocupar gran parte de mi pensamiento. Empezaba a hacer una vida nueva. Me llevaba algo mejor con mi tío y Margaret era como una buena amiga para mi. Pero mi fiel amigo, siempre sería mi diario, lo sabía absolutamente todo de mí. Seguía visitando la tumba de mis padres y mi hermano todos los días, el cementerio para mi se había convertido en mi mejor aliado para estar a solas con ellos y con mi diario. Solía llevarlo y contarle a mis padres y mi hermano todo lo que había escrito.
 Todo era muy rutinario, como siempre. Pero un día, estando en el cementerio, me pareció ver una cara que nunca antes había visto. Un chico alto de ojos oscuros, con una mirada intensa. Tenía el pelo largo de un tono oscuro también, se podría decir que tenía un perfil perfecto y era bastante atractivo a simple vista. Se acercaba hacia donde yo me encontraba, con un paso decidido, pero sus ojos parecían mostrar confusión.
  - Hola - dijo con una voz firme y algo temblorosa.
  - Hola - respondí tímidamente cerrando el diario rápidamente.
  - Verás ... -dijo rascándose la nuca mientras seguía mostrando esa mirada perdida - soy nuevo por aquí y creo que me he perdido un poco ...
  - Puedo ayudarte si quieres - en ese momento yo también estaba algo confusa, y me preguntaba que haría un chico así por esta zona.
  - Si no es mucha molestia claro - una leve sonrisa se dibujaba e su rostro a modo de agradecimiento.
  - Claro que no - intenté levantarme ya que estaba sentada en el suelo. Él me ofreció su mano y me llegué a sonrojar cuando la cogí y me levanté con su ayuda - Gracias -sonreí tontamente.
  - No, gracias a ti por ayudarme - dijo sonriendo - Por cierto, soy Ethan.
  - Yo soy Alison - él cogió mi mano y besó el dorso de esta, en ese momento me ruboricé aun más y noté como las mejillas me ardían. Solo había visto aquello en las películas y nunca pensé que un chico tan apuesto haría eso en la actualidad. - Encantada.
  - El placer es todo mío - dijo con una sonrisa en sus labios.
 Tras las presentaciones. Estuve enseñándole un poco todo aquello. Vimos todo lo importante en una tarde, ya que el pueblo no era muy grande que digamos. Al terminar el día, me acompañó a casa y se disculpó a mi tío por  haber llegado algo tarde. Se marchó y yo me quedé con una sonrisa tonta, para toda la noche.